Las personas de este signo definitivamente no son de las más expresivas al momento de hablar de sentimientos. Tienden a manifestarlos de formas que no son verbales, y casi todo lo que pasa por su cabeza es para sí mismos ya que tienen un ego especial y muy grande. Pocas veces se van a dejar caer hacia la depresión ya que tienen un gran amor propio el que les lleva a estar siempre buscando nuevos horizontes, fijándose metas y objetivos a cumplir tanto a nivel personal como profesional.
En todo momento buscan actividades para mantenerse ocupados, lo que les permitirá fácilmente sobrellevar todo eso. Pero es algo complicado si se quiere determinar cuán románticos pueden ser o cómo llamar su atención al momento de buscar una reacción romántica. Seguramente no les gustará cualquier lugar. Prefieren los lugares menos concurridos, donde haya silencio.
La acción antes que la palabra
Si se trata de palabras, será mucho pedir y nos quedaríamos esperando demasiado; pero si se trata de acciones, seguramente harán cosas especiales donde el esfuerzo y cariño se notarán apenas estés con ellos. Y cuando las hagan, tampoco lo dirán. Las multitudes podrían incomodarles y no se sentirán con la plena libertad que tanto quieren. Por lo tanto, la mayoría de las personas de este signo prefieren lugares privados para una cena.
No le gustan los lugares muy concurridos ni demostraciones exageradas. No es necesario el exceso, sólo una decoración hecha con dedicación hacia ellos, pues les encanta recibir halagos. Pese a ser un poco tradicionales y disciplinados, a Capricornio también le gustan las cosas prácticas y serias, nada de objetos inútiles o innecesarios. Pero más que el regalo, valoran el tiempo y la dedicación de elegir el obsequio. Dentro de la decoración, que no sólo debe ser visual, sino olfativa o táctil, se podrán incluir velas aromáticas con coloridos diseños. Claro que puede incluir algunas imágenes de paisajes o un cuadro en óleo.
El entorno es importante pero no lo es todo
Para Capricornio el entorno no será suficiente de esta forma, si no hay una conversación interesante de por medio. Podrás pensar en un lugar para comer en la azotea con una vista panorámica en lo alto, mientras mantienen una conversación interesante durante dos o tres horas: deportes, historia, arte… nada precisamente intelectual. Algo que le permita despertar el interés durante al menos dos horas. Siempre recuerda no exagerar en el concepto de romanticismo. Aunque le gusta la cena no lo dirá de la manera que lo esperas.
Lo guardará para sí mismo y lo demostrará con abrazos, besos y una hermosa sonrisa. Además, olvídate de atenderlo en exceso, pues al final quizá no tengas tanto control sobre la situación y ellos sean quienes determinen el rumbo más romántico después de la cena. Si se quedan sin palabras románticas durante un largo rato, no te preocupes, están disfrutando cada momento y saboreando la cena. Nunca dejes que esa falta de espontaneidad tan característica de los capricornianos te detenga de una deliciosa cena donde el ambiente será inolvidable y a lo largo de toda la cena estarán muy conectados.