Las personas de Libra vienen al mundo con una misión expresa, la de pacificar los altercados y diferencias que se crean en la dinámica de las relaciones humanas. Suelen ser muy amables en su trato, además de abiertamente sociables. Una de sus cualidades notables es la sensibilidad a los sentimientos ajenos, sabe percibir cuándo alguien ha sido dañado emocionalmente. Viven buscando el modo de terminar con los enfrentamientos. Hacen personal la ayuda que prestan a los demás, que ocultan, sin saberlo ellos mismos, con la secreta intención de ayudarse a sí mismos.
Están en contra de la crueldad como medio para imponer puntos de vista. Interceden en los conflictos para intentar resolverlos con diplomacia. El modo en que lo consiguen es mediante el acuerdo consensuado; un punto de equilibrio que, idealmente, todas las partes deberían aceptar con la convicción de que se ha obrado un acto de justicia. No opacan el brillo del esfuerzo de las personas, por el contrario, lo exaltan y valoran.
Las personas de signo Libra son muy cooperativas; no niegan su ayuda a quien lo necesita. La colaboración es para ellos una herramienta que, de ser utilizada por el mayor número de personas, traería muchas satisfacciones. Encuentra en lo social la razón de su existencia; para Libra, el vivir aislado es un hecho absurdo, un sinsentido que a toda costa hay que evitar. Y es precisamente ahí, en los círculos sociales, donde se le puede ver, sirviendo de mediador, aplacando pequeñas rencillas para que no vayan a mayores.
Es una persona divertida y agradable. Al estar con un Libra no habrá necesidad de emitir risas o sonrisas fingidas, la diversión que se gesta en el ambiente, cuando su presencia se hace sentir, es genuina. Ya que no suelen ser injustos, aquellos que saben valorarlo le tienen en alta estima; por lo general sus relaciones personales se desarrollan de la mejor manera. En su vida tratará siempre de ser equilibrado, de no excederse en las diversiones ni hundirse en las melancolías.
Libra: ¿Tienes puntos débiles?
Cuando Libra se siente herido al haber alguien actuado en su contra, recuerda el incidente y lo alberga dentro de él. En estas circunstancias Libra puede llegar a ser muy rencoroso. Esto también puede ocurrir cuando su vanidad ha sido vulnerada o su veracidad y buenas intenciones puestas en entredicho.
Son personas indecisas. Más allá de su aparente capacidad para dar a cada quien lo que se supone que le corresponde, dentro de sí bulle impaciente la angustia de no saber cuál es la medida justa para resolver los conflictos. Titubea en su interior y casi nunca está seguro de estar actuando correctamente; cuando descubre que las partes en conflicto están inconformes con los acuerdos que él ha dispuesto, puede venírsele el mundo encima.
Los titubeos de su corazón le hacen autocompasivo. Trata de no demostrarlo; pero, por dentro experimenta una lucha interna que lo lleva a enfrentarse consigo mismo; entonces intenta evitarlo; trata de huir de la posible verdad de que no podrá hallar ese equilibrio que tan persistentemente busca.