Leo tiene un lado muy vistoso, sensual y amistoso, dada su forma de ser abierta, sociable y muy entradora con los demás que lo rodean. Por donde pasan brillan y alumbran el espacio, caracterizándose por ser los más guapos, voluptuosos y deseados dentro de los signos que componen el zodiaco. No es raro que sean el alma de las fiestas y los más populares a donde quiera que van ya que llaman la atención por donde sea que pasen como dejando una estela en el camino. Triviales, llamativos y correctos, su grandeza se puede oler a varios metros de distancia.
Pero los reyes de la selva también tienen sus momentos malos y cuando las cosas están mal, ellos lo demuestran. Leo es un signo de personas fuertes, orgullosa y con honor. Cuando algo no les gusta ellos lo manifiestan abiertamente, aunque con mucha elegancia. So le hacen daño a los suyos, pues la reacción puede ser mucho peor que en el caso de que les hicieran daño a sí mismos. Se imponen porque lo pueden hacer, y no hay duda de que tienen todos los argumentos necesarios para ganar las guerras. ¿Sabes cómo es Leo cuando se enoja?
Actitud frente el abuso o el rechazo
Leo es como el valiente de la película: líder nato, vistoso, pero cuando se enoja la gente puede salir herida. El abuso es algo que no toleran, ya que este es un signo muy justiciero y gallardo. Si les haces una mala jugada o los rechazas, ellos pueden verse afectados en su ego. Hablamos de personas muy orgullosas, con el autoestima muy alto y que son admirados por el resto del mundo. Se sienten parte de una elite destinada a triunfar y cualquier desplante les puede caer muy pesado. Cuando alguien se comunica con ellos debe haber mucha claridad en el mensaje, para que no malinterpreten nada.
De lo contrario, si se sienten atacados o abandonados, ellos en todo momento actuarán como animales heridos peleando por su status. Herir sus sentimientos puede ser un acto definitivo, pues al ver un ápice de mala intención ellos te eliminan de su vida para siempre. Es difícil que los veas llorar o sufrir, ya que el buen Leo se guarda su sufrimiento, aguanta la carga en soledad y luego amanece optimista, dispuesto a seguir enfrentando los retos que la vida les pone a su paso.
Siempre harán su ofensiva
Si un Leo se siente herido en su ego, es probable que veas su lado más infantil. Esto es producto de su elevado orgullo, bajo el cual no permitirán ofensas, rechazos o traiciones. El problema es que sus expresiones pueden ser un tanto petulantes, haciéndote entender lo que hiciste mal. Es difícil verlos pelear o llegar a lo físico, pero con su verbo se encargaran de ridiculizarte y de hacerte pasar un mal rato. Saben utilizar el verbo para devolver el daño recibido y luego de que lo hacen te sacan de su memoria para siempre. ¡Mejor evitar un rato desagradable!